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16 años sin Jaime Garzón, 16 años de impunidad

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Familiares, artistas, defensores de derechos humanos y comunidad en general conmemoran hoy, tras 16 años de su asesinato, la memoria de Jaime Garzón con risas y alegría, pero también con la exigencia de que haya justicia y de que su caso sea declarado crimen de lesa humanidad.

La hermana del abogado, pedagogo, periodista y analista político, Marisol Garzón, ha señalado en reiteradas ocasiones que Jaime era un hombre de una inteligencia inmensa, un genio, pero, sobre todo, un ser profundamente generoso y tierno.

“El país perdió a un gran crítico político, porque Jaime no era humorista, él se valió del humor para hacer ese ejercicio. Quisiera seguir siendo una ciudadana del común y que Jaime estuviera acá. Con él vivo, tendríamos sin duda una Colombia diferente y no nos habrían gobernado personas que nos han hecho tanto daño. Ahora lo que importa es rescatar y lo bonito es que los jóvenes, desde sus miradas, desde su forma de construir imaginarios, están recordándolo y buscan cómo hacerlo.”

En cuanto al reciente fallo de la Fiscalía General de la Nación que desconoce el asesinato de Jaime Garzón como crimen de lesa humanidad, Marisol aseguró que ella y su familia no se quedarán de brazos cruzados para que en cinco años el caso prescriba. (De ocurrir esto, el caso sería archivado)

“Eso sería, ahora sí, casi que un segundo crimen. No fue un hecho aislado, no fue un tipo que le dio por coger y mandar a matar a Jaime. Él venía haciendo una gestión que ayudó mucho a la gente, que nos abrió los ojos y por la cual recibió amenazas. Su asesinato afectó a toda Colombia”.

Por su parte, Alfredo Garzón, ha sido enfático en señalar que quiere perdonar a los asesinos de su hermano, pero que, para hacerlo, necesita saber quiénes son y que saber la verdad sobre el caso de Jaime es también esclarecer otros crímenes.

“Estos años para la familia han sido muy dolorosos y para nosotros como hermanos ha sido la delegación, por parte del Estado, de la verdad y de la justicia. Hay una negligencia absoluta que raya con la complicidad por parte de la justicia en avanzar con certeza y con efectividad en la investigación. El caso de Jaime s un crimen de lesa humanidad, porque no es un hecho aislado. Se enmarcó dentro de toda una serie de casos de asesinatos y de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas”.

Dijo también que ve con esperanza cómo los jóvenes toman las banderas de Garzón y se comprometen con la consecución de un país con democracia real y participativa, así como con justicia social y económica.

“Estamos celebrando su manera intensa y alegre de vivir. Su gran espíritu crítico. Estamos comprometiéndonos también con sus ideales, con su compromiso con la sociedad y su lucha contra la injusticia, con la lucha contra lo inaceptable. Todo esto lo hizo movilizándonos. No hubo otro personaje como Jaime, pero vemos con esperanza que los jóvenes están tomando sus banderas”.

El caso Jaime Garzón

Desde ese 13 de agosto de 1999 en el que asesinan a Jaime Garzón y hasta la fecha, siete testigos clave en el caso fueron asesinados. Sólo ha sido condenado el comandante paramilitar Carlos Castaño, cuando ya había muerto, en 2011 el exsubdirector del DAS, José Milguel Narvaéz, fue vinculado al caso y recientemente se emitió orden de captura contra el coronel en retiro Jorge Eliécer Plazas.

En días pasados un fiscal especializado de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación emitió fallo en el que se niega a reconocer el asesinato de Jaime Garzón como un crimen de lesa humanidad. Sus argumentos: no hace parte de un ataque sistemático contra la población civil.

En entrevista con el Movice, uno de los abogados que lleva el caso de Jaime Garzón dijo que valoran la decisión de llamar a juicio a Jorge Eliecer Plazas y su posterior captura, pero rechazan que se les haya negado la petición de que se declare crimen de lesa humanidad.

“Nosotros, en nuestra calidad de intervinientes en el proceso, lo que hicimos fue apelar esa decisión exclusivamente en lo que tiene que ver con la no declaratoria del crimen de lesa humanidad y expusimos nuevamente nuestros argumentos para que sea una fiscal delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá la que tome la decisión de si declara o no el asesinato de Jaime garzón como crimen de lesa humanidad”.

¿Por qué es un crimen de lesa humanidad?

Hemos venido diciendo que el asesinato de Jaime Garzón se dio en un contexto de alianza entre grupos paramilitares y el estamento militar y que en el marco de esa alianza su objetivo no era simplemente cegar la vida de Jaime Garzón sino que hacía parte de una estrategia mucho más amplia de atentar contra la vida de otros defensores de derechos humanos, periodistas y académicos de la ciudad de Bogotá e incluso, habría que mirarlo en el contexto de lo que es la alianza paramilitar con los militares como estrategia a nivel nacional.

El otro argumento que hemos sostenido es que, además, tras este crimen había una intención de acallar su labor humanitaria como mediador en la liberación de secuestrados y de acercamiento con la insurgencia para establecer posibles diálogos de una solución política al conflicto. Los altos mandos militares siempre censuraron esa labor de Jaime y eso se convirtió en amenazas directas de los grupos paramilitares y en su posterior asesinato. De manera que se atentaba no sólo contra Jaime, sino contra todas las personas que llevaran esas banderas.

Día de la Esperanza, en memoria de Jaime Garzón¿Qué crímenes específicos se pueden vincular al caso Jaime Garzón?

El general Plazas, la Brigada XIII, incluso el mismo Coronel del Río han sido o vienen siendo objetos de investigación en múltiples casos. Sólo en el caso específico de Bogotá se ha logrado demostrar que existió una alianza entre la XIII Brigada y el bloque capital de las autodefensas.

Pusieron hombres al servicio de esta Brigada y en especial de la oficina de inteligencia para cometer muchos crímenes, dentro de los cuales, por destacar algunos, se me vienen a la cabeza el homicidio de los investigadores del Cinepp, Mario Calderón y Elsa Alvarado, y el asesinato del defensor de derechos humanos Eduardo Umaña Mendoza. Está también el atentado que sufrió el exsenador Wilson Borja y el secuestro, tortura y violación de la periodista Jineth Bedoya. Incluso Plazas tiene otras dos condenas, entre ellas el secuestro y posterior homicidio del empresario israelí Benjamín Burlgari. De manera que este contexto criminal no se cernía solamente sobre la persona de Jaime Garzón, sino ya devela un carácter mucho más generalizado y más masivo.

Para el abogado, no sólo para la familia de Jaime, sino en aras de la Verdad, la gravedad de que el crimen de Garzón no se considere de lesa humanidad radica, entre otras cosas, en que el homicidio ocurrió hace ya 15 años, por lo que quedan 5 años en los que la Fiscalía puede seguir adelantando la etapa instructiva sin que prescriba el caso y para evitar que el caso sea archivado y se deje de investigar, es relevante que se declare como delito de lesa humanidad.

“Sin embargo, lo más relevante es que, a efectos de la verdad de lo que ocurrió y de justicia para las víctimas, es importante que se reconozca que el asesinato de Jaime se dio en un contexto de macrocriminalidad, que tenía no sólo el objetivo de atentar contra él, sino contra múltiples víctimas y que era en función de acallar esa voz de defensa de derechos humanos y esa vos crítica y de conciencia nacional que representaba Jaime”.

Concluyó diciendo que además consideran que la Fiscalía debe ser consistente y coherente con la aplicación de la figura del crimen de lesa humanidad, porque lo viene aplicando sencillamente cuando se acerca la prescripción de los delitos.