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Desaparición forzada: Entre las grietas del dolor causado y las esperanzas por la vida

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Manifiesto del Movice Capítulo Magdalena Medio en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada

Una de las marcas profundas que tiene el Magdalena Medio por la violencia sociopolítica en medio del conflicto armado es la desaparición forzada. Este ha sido uno de los delitos más frecuentes en la región y genera múltiples impactos que resquebrajan el tejido de la vida no sólo familiar, sino social de las comunidades:  La desaparición forzada rompe los lazos familiares, lesiona la confianza, trunca los proyectos de vida, genera incertidumbre, destruye las comunidades, sus territorios, frena los liderazgos, limita el desarrollo del pleno potencial de las personas y de los colectivos de los que hacen parte.  También afecta sensiblemente el desarrollo económico de los grupos familiares y de las iniciativas de las que hacen parte las personas desaparecidas y de las poblaciones enteras a las que pertenecen. 

La gravedad de este delito se evidencia en los múltiples derechos que se violan simultáneamente, entre ellos, el derecho a la vida, a la integridad personal, a no ser sometido a tortura ni a tratos crueles, inhumanos ni degradantes, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la libertad y a la seguridad personal, a las debidas garantías judiciales, a los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales.  Todas estas violaciones son las grietas en las que se ve cómo se vulnera el valor del ser humano con la desaparición forzada.   A esta situación, responden las familias y los colectivos que las acompañan con la persistencia en la búsqueda, la dignidad y la capacidad solidaria apoyada en la esperanza por la vida.

Las familias de las personas desaparecidas que vivimos las grietas de dolor y la esperanza de encontrarlos manifestamos que:

  • Nos hemos organizado para visibilizar lo ocurrido, para buscar a nuestros desaparecidos, para no olvidar, para denunciar las violaciones a los derechos humanos y mantener los lazos de solidaridad que tejen y mantienen la búsqueda hasta encontrarlos.
  • En este camino, hemos logrado conocimiento de las leyes, nos hemos convertido en investigadores por la verdad de los casos, en defensores de derechos humanos. Somos portadoras (es) de mensajes y vivencias.  Y persistimos en que nuestros desaparecidos no sean relegados al frío ático del olvido.
  • Hemos aprendido a llorar, pero a levantarnos para acompañar a las familias haciéndolas fuertes y transformándolas en cuidadoras de su dignidad. Hemos prestado nuestros hombros como apoyo a nuestros compañeros (as) que han perdido a sus seres queridos.
  • En este esfuerzo, mantenemos fuerte el corazón. Hemos logrado que la sociedad comience a reconocer la dignidad de las víctimas.
  • Manifestamos que es necesario que el Estado se preocupe, se ocupe, se incomode y tenga que reconocer a la desaparición forzada como una realidad que nos golpea.

Como fruto de la dedicación y consagración en nuestra búsqueda se han logrado algunos avances y a la vez permanecen algunos retos:

  • Es un reconocimiento a nuestra persistencia la medida del municipio de Barrancabermeja de institucionalizar el 16 de mayo de cada año como día municipal para la conmemoración de las víctimas.
  • Así también, la creación de la ley 1408 de 2010, por la cual se rinde homenaje a las víctimas del delito de desaparición forzada y se dictan medidas para su localización e identificación
  • Vemos como un paso importante, la creación de la unidad de búsqueda de personas desaparecidas (UBPD) como parte del sistema de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
  • Entrega del Plan Regional Integral de Búsqueda en el Magdalena Caldense a la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especia para la Paz, en febrero de 2020.
  • Y mantenemos la esperanza, nuestra búsqueda y dignidad. Seguimos trabajando por la memoria y la lucha contra el olvido.

Los mayores retos de la búsqueda han sido:

  • Que no nos creen, nos ridiculizan y nos amenazan.
  • Las búsquedas duran décadas y nuestros abuelos y abuelas se nos están muriendo de legítima tristeza por no encontrarlos, porque no hay respuestas satisfactorias por parte de las instituciones del Estado y de la sociedad.

En esta conmemoración solicitamos:

  1. Que se fortalezcan los procesos de búsqueda, que se reconozcan los cuerpos hallados y que se traten con dignidad.
  2. Que se reconozca y reivindique la dignidad de los desaparecidos y la de sus familiares, su memoria, su buen nombre.
  3. Que se fortalezcan los mecanismos para dar respuesta a los casos de desaparición forzada y que a los familiares se les tenga informados sobre las búsquedas.
  4. Que se hagan las excavaciones y exhumaciones con los requerimientos técnicos, en los lugares ya identificados y con presencia de familiares.
  5. Que se aprovechen las tecnologías existentes en las universidades para las pruebas necesarias de ADN.
  6. Que haya una cadena de custodia en los cementerios y en las fosas identificadas donde hay NN y que el gobierno haga seguimiento a la administración de los cementerios remodelados.
  7. Que se haga una entrega digna de los restos.
  8. Que haya una respuesta a los casos de los cuerpos lanzados a los ríos.
  9. Que se limpie el nombre de los familiares (no somos guerrilleros)
  10. Que se cuente con el apoyo de organizaciones internacionales en las identificaciones.
  11. Que se fortalezcan los procesos de búsqueda de la verdad.
  12. Que los victimarios pidan perdón públicamente.
  13. Que se garantice que no van a ocurrir más desapariciones forzadas.
  14. Que se haga todo lo necesario para cumplir con la Ley 589 del 2000 por medio de la cual se tipifica el genocidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado y la tortura; y se dictan otras disposiciones
  15. Que con voluntad y compromiso se respete y se avance en los acuerdos de paz para todos los colombianos.

Organizaciones de víctimas y Defensores y defensoras de DDHH

Barrancabermeja, 30 de agosto de 2020.