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23 años en la búsqueda por la verdad y la justicia: la lucha de Aura María Díaz continúa

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En el año 2014 y luego de 20 años, fue proferida la condena contra el ex concejal Josué Vallejo Aranda por el asesinato de César Ariel Sepúlveda Díaz (aunque no por su desaparición forzada). A pesar de este avance, esta condena lleva 3 años en revisión y no está en firme. Además, la verdad sobre los hechos ocurridos el 5 de septiembre del año 1994 está por esclarecerse.  

 

Aunque la condena de 34 años por presunto homicidio gravado es ejemplarizante, el acusado realizó el recurso de apelación ante el tribunal de San Gil (Santander) que estudia sobre la decisión del juez si la condena se hizo bajo el derecho de las evidencias. Lo que preocupa mucho a las organizaciones defensoras de las víctimas desaparecidas y a los familiares de César, es que la investigación parece no concluir y en cambio se dilata cada vez más.

 

Aura María Díaz, madre de César y representante legal de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos – Asfaddes, ha tenido que llevar por sí misma el curso de la investigación. En su labor, recolectó pruebas que evitaran el cierre del caso y en 2010 consiguió la entrega de los restos del cuerpo de su hijo, 16 años después de la desaparición.

 

“No estoy conforme con todo lo que ha sucedido dentro del proceso porque no se ha conocido la verdad. Después de la entrega de los restos pedí que se reabriera el caso por una nueva evidencia y tardaron mucho en reabrirla porque el proceso estaba en resolución inhibitoria. Afortunadamente, hubo una condena contra el actor intelectual Josué Vallejo Aranda, pero no hubo contra los otros participantes del hecho, entre ellos dos policías”, expresó Aura María.

 

Una espera interminable

 

Aura María nunca bajó los brazos y fue ella misma quien se encargó de liderar la investigación. Se entregó en cuerpo y alma a esta labor abandonando su trabajo como profesora y convirtiéndose así en un apoyo para las mujeres y las familias que habían sufrido la tragedia de la desaparición de sus familiares. Durante este proceso, recibió una llamada de la oficina de medicina legal en Bucaramanga en la que se le citaba para realizar una prueba de ADN.

 

Fueron muchas las semanas de espera y zozobra por saber si los restos encontrados eran los de César. Luego de casi 3 meses, los resultados de las pruebas arrojaron sus resultados y un día del mes de abril Aura conoció el resultado positivo de las mismas.

 

La unión y la fuerza por la verdad

 

César Ariel Díaz tenía 22 años cuando desapareció. Era un joven trabajador de un barrio popular de Bucaramanga, un día un conductor empleado de él se vio implicado en el robo de una camioneta, el auto que conducía aquel hombre estaba involucrado, lo que obligó a César a acudir a las autoridades para aclarar la situación.

 

Acto seguido, se vinculó a César en el caso del robo de la camioneta del entonces Concejal del municipio de  Oiba, Josué Vallejo Aranda. La desaparición de César se dio entre el 4 y el 6 de septiembre del año 1994, después de 14 días su cuerpo fue encontrado en el municipio de Palmar, donde fue sepultado como N.N. El cuerpo de César fue hallado con signos de tortura y sin dientes, al parecer, para entorpecer la identificación del cuerpo en caso de una posterior investigación.

 

Es de destacar la labor de Medicina Legal y del Fiscal Euclides Díaz, que ha apoyado a la señora Aura María en el esclarecimiento de la desaparición y muerte de su hijo. Asimismo, el trabajo de todas las organizaciones que han apoyado la lucha de esta madre que, como miles de personas en el país, ha sufrido el dolor de la desaparición y la muerte de sus familiares. Todas estas personas esperan que la lucha por el esclarecimiento de la verdad y la justicia logre frutos, y así demostrarle al mundo que la luz de la justicia y la verdad siempre se encuentra en el final del camino.