Hay realidades que a pesar del tiempo parecen no cambiar, la situación de violencia política en varios territorios del país –incluyendo Cauca- es una muestra clara. En 2013 se publicó por primera vez el informe Huellas del dolor. Recorrido del Bloque Calima en el Cauca 1999-2009, y hoy lo retomamos por la vigencia que aún mantiene.
En éste se recopilaron las historias de víctimas de violencia paramilitar –procesos e individuos, que “cuentan su versión, la única legítima y no siempre reconocida por las instituciones, de tal manera que aparecen como sujetos de un proceso de cambio, de reclamo y de autoreconocimiento manifiesto u oculto”, como se lee en el informe.
“La memoria histórica hace parte de una apuesta política de búsqueda de la verdad”, dicen los autores, “ese derecho fundamental de las víctimas y de la sociedad, que se refiere a la posibilidad de conocer la realidad de los hechos”. Por esto, el informe busca no solo ser un recuento de las historias de la guerra, sino que profundiza en las consecuencias culturales, sociales y económicas de los fenómenos de violencia paramilitar en todo Cauca y cuyos efectos pueden ser vistos hoy día.
En la producción de este texto participaron varias organizaciones sociales, entre ellas, Renacer siglo XXI Buenos Aires – Cauca, UOAFROC, Víctimas de Guachené, PCN Buenos Aires, Movimiento Campesino de Cajibio, Fundación Territorios por Vida Digna, Mesa Departamental de Población Desplazada, Colectivo Estudiantil Territorio Libre, Cabildo Indígena de Kitek Kiwe, Victimas del Bordo Patía – ASOVIPAZ, Asociación de Juntas de Argelia, Asoinpoder La Minga – Guapi, ASODESBONA Guapi, Red de Mujeres Matamba y Guaza, ASODESPASUR – Guapi, ASODESMER – Mercaderes.
FUNCOP Cauca
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