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La ONU reconoce el trabajo del CPDH en materia de acción humanitaria

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En el Día Mundial de la Acción Humanitaria, celebrado el miércoles 19 de agosto, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Colombia (OCHA), ha reconocido el trabajo que viene realizando el CPDH en materias de derechos humanos y acción humanitaria. Concretamente, el proyecto Escuela de Derechos Humanos con Enfoque de Paz, implantado en la localidad de San Cristobal, ha sido reconocido en un acto público por su labor social y educativa para la paz.
 

Silvia Arjona Martín. 20/08/2015

Ayudar a la humanidad que sufre de manera cooperativa, neutral y solidaria para fortalecer sus vidas y darles herramientas para continuar el camino, es una de las tareas que viene realizando el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos(CPDH) en Colombia. Su población, lastimada por un conflicto armado longevo cuyas consecuencias son el desplazamiento forzado y la pobreza, entre muchas otras, genera unos lastres sociales y emocionales que por momentos descompone a la sociedad.

En la localidad de San Cristóbal, en Bogotá, se vienen observando numerosos conflictos vecinales e interfamiliares debido a los problemas que acarrea la comunidad por su pasado y trayectorias. La falta de políticas públicas y programas sociales que velen verdaderamente por la custodia de estas personas y por su vinculación a un nuevo barrio o ciudad -en el caso del desplazamiento forzado-, así como a una nueva vida -en el caso del sufrimiento vivido por amenazas o muertes cercanas-, hacen que la ciudadanía no tenga herramientas ni canales apropiados para solucionar sus conflictos internos.

Con el proyecto Escuela de Derechos Humanos con Enfoque de Paz, el CPDH ha trabajo durante ocho meses con la comunidad de San Cristóbal en varios ejes para otorgarles conocimiento y manejo de control para con sus dificultades de convivencia. Dicha localidad se encuentra en la parte suroriente de la ciudad, contemplando una parte urbana y otra rural situada en los cerros orientales. Su población es prácticamente inmigrante, venidas de otras zonas del país en busca de oportunidades económicas y huyendo del conflicto armado.

“El territorio tiene muchas problemáticas en sus habitantes, abarca 4.000 hectáreas difíciles de manejar y la segregación está muy presente”, explicaba el alcalde de la localidad, Jairo León Vargas en el acto de reconocimiento del proyecto.

Por ello, el CPDH se ha querido centrar en dos ejes de trabajo: uno, el programa sobre “justicia alternativa”, en la que las propias personas participantes han aprendido a resolver sus problemas familiares o vecinales, partiendo de los derechos humanos y su aplicación de manera individual y comunitaria; y otro, sobre “convites de convivencia” realizados en colegios de la localidad con el fin de acercar a las y los jóvenes cuestiones sobre derechos humanos, resolución de conflictos y violencia escolar.

Según José Rubén Vargas Quintero, coordinador del proyecto y miembro del CPDH,  “la Escuela ha sido muy bien acogida por la comunidad”, llegando a participar unas 850 personas en total en las diversas actividades planteadas para cada eje de trabajo. Presente en el acto de la ONU donde se hizo entrega de los reconocimientos, Vargas aseguraba estar satisfecho con el trabajo realizado porque “no sólo se valora este proyecto sino la trayectoria del propio CPDH”.

Por su parte, León Varga mostró interés para que este proyecto continúe en el futuro, y aunque explicó que desde la alcaldía ya se está trabajando para seguir con “la semilla que ha dejado el CPDH”, les gustaría continuar con esta colaboración entre administración local y ONG “fortaleciendo así los derechos humanos en un trabajo serio en pro de la comunidad”.

Escuela de Derechos Humanos con Enfoque de Paz ha sido un proyecto donde el protagonismo lo ha tenido la gente de la comunidad como motores de cambio y transformación teniendo en cuenta los derechos humanos, la justicia y la educación para la paz como valores esenciales en el trabajo diario.