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Memoria y dignidad: 17 años de la masacre de Chengue

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Por: Prensa Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo

 

La Fiscalía 43 Especializada de la Unidad de Derechos Humanos llamó a juicio al oficial de la Armada Camilo Martínez Moreno, prófugo de la justicia, por homicidio de 29 (1) personas, concierto para delinquir, incendio de viviendas y desplazamiento forzado en hechos ocurridos en el corregimiento de Chengue, municipio de Ovejas, Sucre, región de Montes de María, el 17 de enero de 2001.

 

Una vez en el caserío, separaron a los hombres de las mujeres, niñas y niños. En la plaza asesinaron a 29 hombres delante de sus familias, acusados de “auxiliar a la guerrilla” utilizando un martillo grande de hierro para aplastar sus cabezas, así como armas de corto alcance. Posteriormente prendieron fuego a las viviendas y causaron el desplazamiento forzado de buena parte de la población convirtiendo a Chengue en un pueblo fantasma. Cuando los paramilitares emprendieron la retirada, un helicóptero de la Brigada de la zona disparó ráfagas desde el aire en dirección distinta la del comando paramilitar.

 

Al abandonar el corregimiento, los paramilitares se dirigieron a la finca El Cerrito, en un sitio llamado el Cerro Bogotá, cercano a Chengue, donde estuvieron el menos durante dos días sin que la fuerza pública actuara al respecto. Incluso, la fiscal del caso Yolanda Paternina –quien después fue asesinada por sus investigaciones en este caso- solicitó el acompañamiento del oficial Camilo Martínez a una inspección a la finca El Cerrito, y recibió como respuesta una negativa.

 

Por todo lo anterior, la Fiscalía 43 en su decisión consideró probado que el oficial Martínez es responsable de concierto para delinquir por haber promovido el grupo paramilitar “Héroes de Montes de María”, así como de comisión por omisión, es decir de haber decidido de manera deliberada no combatir, perseguir ni capturar a la estructura paramilitar, lo que fue determinante para la concreción de la masacre, el incendio de las viviendas y el desplazamiento forzado.

 

La masacre de Chengue ejemplifica la existencia de crímenes de Estado, que en tiempos de construcción de paz, deberían develarse en toda su dimensión, estructura, impactos y máximos responsables para garantizar que hechos como estos no se repitan.