Cuando se conmemoran los 16 años de la instauración del día de la dignidad de las víctimas de crímenes de Estado que se celebra cada 6 de marzo, desde el año 2008 en el marco de una gigantesca movilización impulsada por el movimiento en rechazo a la criminalidad promovida desde el Estado colombiano y en el caso particular de las ejecuciones extrajudiciales mal llamados “falsos positivos”
Tras 15 años de lucha en la construcción de la paz, la justicia, la verdad y la no repetición, continuamos la lucha y seguimos fortaleciendo los procesos de exigibilidad y la lucha contra la impunidad.
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado respalda el proyecto del Gobierno del cambio liderado por Gustavo Petro y Francia Marquez, que ha venido trabajando por promover la paz total, impulsando procesos de conversación y diálogo con distintos grupos armados. Esperamos que este ejercicio le permita al país disminuir la intensidad del conflicto y la generación de nuevas víctimas.
No obstante, seguimos preocupados por las altas cifras de violencia que se sigue presentando en muchos territorios del país donde persiste y se intensifica el conflicto armado por disputas entre distintos grupos armados por el control territorial que ha colocado a los civiles como escudos humanos. De esta manera, han continuado las masacres, los reclutamientos de menores de edad, los desplazamientos forzados, amenazas e intimidaciones a líderes y comunidades que defienden el territorio y buscan la paz integral. Y aunque reconocemos que estos crímenes no son parte de una política que se promueva desde el gobierno actual, si creemos que es necesario desarrollar acciones con mayor contundencia para así contener el avance de estos crímenes y también demandar de la fiscalía general de la nación las investigaciones que permitan su esclarecimiento.
En esta oportunidad, nuestra conmemoración también quiere exigir a Salvatore Mancuso que en su ejercicio “inmerecido” de gestor de paz cuente toda la verdad de los nexos que el paramilitarismo tuvo con la clase política de muchas regiones así como el respaldo de las fuerzas militares y policiales que apoyaron con sus prácticas criminales contra las comunidades en diferentes territorios del país. Esta designación nos llena de indignación y de dolor los que manejamos al considerar que es también la oportunidad para que podamos indagar de manera directa para desentrañar la verdad de todos los crímenes que cometió el paramilitarismo con amplio respaldo de distintos sectores del Estado colombiano.
Esta conmemoración también quiere insistir en la exigencia para que desde el gobierno se cumpla con promesas como lo fue el desmonte del aparato criminal del ESMAD, reforma sustancial de la policía, el desmonte de la doctrina de la seguridad nacional que promueve la tesis del “enemigo interno”, modificación con verdadera e incidente participación de las víctimas de la ley 1448/11, cumplimiento del acuerdo final de paz y fortalecimiento de las instancias de participación incidente en el proceso de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional y otros grupos al margen de la ley.
Recuperar la memoria y la dignidad de las víctimas de Crímenes de Estado, es nuestro deber, nuestro derecho