Este 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, diversas
organizaciones, colectivos y personas, nos tomaremos las calles a través de los tambores
para decir ¡Ya basta de tantas muertes!
En este año cada vez más mujeres, niñas y jóvenes son violentadas de las formas más
brutales: a cuchilladas, quemadas con ácido en sus rostros, atacadas sexualmente,
empaladas, asesinadas y presionadas psicológicamente, entre otras formas terribles de
violencia. En Colombia, al mes de abril de este año y según estadísticas del Instituto
Nacional de Medicina Legal, fueron asesinadas 204 mujeres y se reportaron más de 6.269
denuncias por casos de violencia. Ya estamos en el mes de noviembre y seguramente a
final de año esta cifra se duplicará; lamentablemente no dará cuenta de las violencias que
son silenciadas, que son, probablemente, las más frecuentes en nuestro país. La mayoría
de las violencias contra las mujeres son perpetradas por hombres, ya sean maridos,
novios, amantes, vecinos, jefes, familiares… Ello muestra un alto nivel de dominio
masculino, producto de las relaciones machistas y patriarcales que se reproducen en
nuestra sociedad.
Además, es necesario mencionar que, en este contexto, han sido asesinadas muchas
mujeres en su lucha por la defensa del tejido comunitario, de la tierra, el agua, las
montañas, los ríos, la vida y la paz. Las lideresas y líderes sociales asesinados,
pertenecientes en su mayoría a comunidades indígenas, afros y campesinas, fueron
atacados y asesinados –algunos por la fuerza pública- en el marco de la represión de la
protesta social pacífica, la exigencia de los derechos y del cumplimiento de los acuerdos
de paz.
Según la Defensoría del Pueblo, 186 líderes y lideresas sociales fueron a julio del
presente año y la cifra sigue en aumento; puesto que aún no se incluyen, por ejemplo, los
campesinos indígenas y afros masacrados el 5 de octubre en Tumaco, ni el asesinato de
la periodista indígena Efigenia Vásquez de la comunidad Kokonuco; ni el caso de José
Jair Cortés, líder afro de Tumaco asesinado recientemente. Tampoco se cuentan todavía
las muertes que a diario suceden en muchos territorios y que permanecen silenciadas e
invisibilizadas.
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