El conflicto armado en Colombia es innegable, así como la existencia de otras violencias, como la socio política asociada a la práctica sistemática de violaciones de DD. HH. Partiendo de esta realidad histórica las víctimas, organizaciones sociales, de derechos humanos y demás personas de la sociedad civil que suscribimos el presente comunicado, rechazamos contundentemente la designación de Darío Acevedo como director del Centro Nacional de Memoria Histórica CNMH.
En declaraciones públicas Acevedo ha demostrado posturas de negación del conflicto armado así como de rechazo y estigmatización a víctimas y organizaciones que a todas luces van en contravía del espíritu misional de esta institución, rompiendo la confianza sobre la objetividad que bajo su dirección se pueda tener en la reconstrucción de la memoria nacional.
En consecuencia, manifestamos nuestra determinación colectiva de no colaboración con esta institución, pues la evidente falta de imparcialidad de Darío Acevedo para asumir el mandato de develar todos los hechos victimizantes y sus responsables, no es coherente con los Principios Internacionales referidos al deber de la Memoria del Estado y el Derecho a la Verdad y lucha contra la impunidad que poseen las víctimas y la sociedad en general.
En este mismo sentido, las víctimas y organizaciones que desde la promulgación de la ley 1448 de 2011, iniciamos concertaciones de confianza para celebrar, actas, acuerdos y/o convenios con el CNMH en el objetivo de aportar los archivos físicos y digitales sobre violaciones de Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario durante el conflicto armado y la violencia política, hemos decidido retirar la totalidad de material entregado debido a la falta de garantías reales para su salvaguarda y buen uso en la reconstrucción de la Memoria encaminada a la consecución de la Verdad que Colombia merece.
Llamamos la atención sobre la necesidad de resguardar la independencia y autonomía de las instituciones que, como el Centro Nacional de Memoria Histórica, se han creado con el mandato de aportar en la consecución de la verdad y la Justicia como mecanismo de reparación a las víctimas y como garantía de no repetición, las cuales solo serán posibles si se parte del reconocimiento del conflicto armado y se posibilita la conjunción de las diversas voces, rostros, lenguajes y lugares sin sobreponer intereses que jueguen al vaivén de los gobiernos de turno.
La reconstrucción de la Memoria en Colombia debe ser una política de Estado y requiere garantías para la participación activa y vinculante de las víctimas y organizaciones de derechos humanos en todas las dimensiones del proceso, incluida la selección de quienes tendrán la labor de dirigir esta importante tarea, partiendo de criterios como la idoneidad, independencia, competencia académica, legitimidad y compromiso con la causa de la paz y los derechos humanos. Seguiremos insistiendo en esta necesidad en los estamentos a que haya lugar, especialmente frente a la comunidad internacional, a la cual invitamos a adelantar procesos de veeduría sobre la Memoria Oficial que bajo el liderazgo del señor Acevedo se construirá.
Por último, ratificamos nuestro compromiso de seguir aportando en la reconstrucción de la Memoria Histórica. No descansaremos en nuestros esfuerzos de reflexión, construcción y ampliación de ejercicios de Memoria autónomos que garanticen y cuenten desde todos los rincones, lo que ha sucedido en nuestro país. De igual forma trabajaremos con la sociedad en su conjunto para garantizar que en los distintos estamentos como la Jurisdicción Especial para la Paz, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y no Repetición, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas así como en el futuro Museo Nacional de la Memoria, se devele y preserve la verdad del conflicto armado, sus causas y responsables.
Conoce las organizaciones firmantes de esta determinación colectiva en el PDF