Las organizaciones sociales y ambientales abajo firmantes rechazamos las amenazas contra la vida e integridad de los líderes ambientales del norte del Tolima y expresamos nuestra preocupación por la situación de inseguridad que enfrentan por ejercer su liderazgo a favor de la defensa territorial y contra la minería en el Municipio de Falan. De esta manera también queremos exigir que se tomen medidas de protección efectivas que salvaguarden sus vidas.
El último hecho sucedió hace pocas horas, cuando gente desconocida asaltó la vivienda de uno de los líderes y dejó mensajes intimidatorios. Ante esta nueva situación, las organizaciones sociales y ambientales denunciamos ante la opinión pública los nuevos hechos de amenazas y hostigamientos que se dan en contra del líder social Wilder Aguilar.
Consideramos que Wilder es objeto de revictimización y rechazamos todas las formas de violencia ejercidas contra su vida y la de su familia. Por eso alzamos nuestra más enérgica protesta ante estos hechos y por tanto exigimos a las autoridades nacionales en cabeza del presidente Petro, el misterio del interior, secretaría del interior, autoridades departamentales y municipales y secretaría de gobierno se determinen medidas urgentes para la protección de la vida de este líder y su familia.
Vale la pena mencionar que las investigaciones no avanzan con la suficiente celeridad y veracidad y que hay indicios de que se ha querido contar otra historia para revictimizar a las personas afectadas y a sus familias. Después de las amenazas la vida de los líderes del territorio nunca fue la misma, actualmente apenas pueden salir de sus casas y ni siquiera allí se sienten seguros.
Los últimos hechos nos ponen en alerta. Parece que en Falan, al igual que en otras partes del país, defender el territorio, se volvió una actividad de alto riesgo. Hacemos un llamado no solo a las autoridades, sino también a todos los vecinos de Falan y todo el norte del Tolima para que rechacen los actos de violencia y rodeen a las víctimas. Recordemos que el derecho a la vida es inalienable y toda persona tiene la libertad y el deber de defender su territorio frente a amenazas externas, siempre y cuando, no viole las libertades de otras personas. De la misma manera, el Estado, tiene la obligación de proteger la vida y las libertades de todos los colombianos.
Las organizaciones firmantes, expresamos nuestro rechazo total a todas las formas de violencia hacia los líderes y a la violación al derecho a la participación y la expresión utilizando la amenaza. Los y las campesinas de Falan hacen un esfuerzo heroico por defender su territorio y que no es justo que no tengan las garantías para ejercer la noble labor de salvar el municipio de la catástrofe ambiental y social que significa la minería. Como mínimo estas garantías deberían incluir el acceso a la justicia y el derecho a la vida y a un ambiente sano.