7 Años de la Operación Orion

En la memoria de todos y todas está lo ocurrido el 16 de octubre del año 2002, cuando más de mil uniformados pertenecientes al ejército, la policía, el DAS y el CTI, así como hombres y mujeres informantes todos vestidos con camuflado y encapuchados, se tomaron la Comuna Trece, acompañados de la Fiscalía y la Procuraduría, por orden del presidente de la república. En la Operación murieron, en medio de la confrontación, 4 militares, 10 personas que fueron presentadas como integrantes de las milicias 1 civil de nombre Elkin Ramírez Vélez quien fue víctima de una ejecución extrajudicial a manos del ejército. También fueron detenidas aproximadamente 450 personas que fueron conducidas a instalaciones policiales y militares, fueron objeto de reseña y algunas de ellas torturadas, otras objeto de desaparición forzada. De las 450 personas capturadas sólo 26 fueron finalmente procesadas.

La Operación Orión fue presentada como el inició de un exitoso Laboratorio de Paz que traería tranquilidad, convivencia, dignidad y superación del conflicto en la zona. Sin embargo, desde el inicio se supo que el objetivo principal era posibilitar la entrada de los paramilitares a la Comuna, como lo ha señalado el mismo Diego Fernando Murillo Bejarano, alias don Berna, que este año declaró: “Las autodefensas del BCN (Bloque Cacique Nutibara) fueron al área de la Comuna 13 como parte de una alianza con la IV Brigada del ejército, incluyendo al comandante General Mario Montoya, y el General de la Policía Leonardo Gallego, el Comandante de la Policía de Medellín. La Policía de Medellín asignó su Unidad Especial Antisecuestro (GAULA) para asistir al BCN en los esfuerzos conjuntos de la Operación Orión”.

La verdad es que la paz en la Comuna Trece todavía está lejos de alcanzarse. Desde sus inicios la muerte se tomo las calles por parte de los paramilitares que actuaron con la complacencia de la Fuerza Pública. Desde de la Operación Orión son alrededor de 272 muertes violentas (muchas de ellas menores de edad), 98 desapariciones forzadas, más de 200 familias desplazadas. Además los niños siguen siendo reclutados forzadamente para distintas labores delictivas. Sólo hasta el 31 de julio de este año ya se contaban 108 homicidios en la comuna.

A lo anterior se suma la extrema pobreza en casi todos los barrios. El desempleo, el hambre y la miseria, la falta de salud, la deserción escolar, se suman a las balaceras que tenemos que vivir en la Comuna. Por todo ello estamos hoy aquí para decir: