Centenares de jóvenes, defensores de derechos humanos y víctimas se dieron cita ayer desde las 3:00 p.m. en la calle Nicolás Neira para realizar una jornada artística en rechazo al abuso de la fuerza por parte de agentes del Estado, en el marco de la Campaña Permanente Contra la Brutalidad Policial y por el Desmonte del ESMAD.
Ayer, como desde hace 7 años, se conmemoró la memoria de todos aquellos que han sido víctimas de la brutalidad policial, entre ellos, Nicolás Neira, quien fue asesinado por el ESMAD en mayo de 2005. Neira, de 15 años, murió como producto de los golpes contundentes que le propinaron agentes antidisturbios durante la marcha del Día Internacional del Trabajo en el centro de Bogotá; del joven Oscar Salas, estudiante de lingüística de la Universidad Distrital y un precoz escritor, asesinado por el ESMAD el 8 de marzo de 2006, cuando le dispararon un tiro recalzado; son ya 10 años de impunidad, y al líder social Carlos Alberto Pedraza, víctima de desaparición forzada el 19 de enero del año pasado; su cuerpo sin vida fue encontrado dos días después.
“Hace ya 11 años se consolidó lo que se conoce como el ESMAD y desde su creación han violado de manera sistemática los derechos humanos de la población civil; han excedido el uso de la fuerza. Se han empezado a sistematizar algunos hechos y desde el año 2013 y 2014 sólo en Cundinamarca se conocían cerca de 960 casos, entre asesinatos, agresiones con graves consecuencias, detenciones arbitrarias, tratos crueles e inhumanos y recrudecimiento de la criminalización del legítimo derecho a la protesta social. Reconocemos también la existencia de más de 570 casos de agresiones en contra de las organizaciones sociales”, comentó Ángel Molano, de la Campaña Contra la Brutalidad Policial.
Agregó que como una propuesta de varias organizaciones juveniles, de DDHH y de víctimas se empezará a realizar el periódico El Clavel Negro, con el objetivo de sistematizar, documentar y denunciar los casos de brutalidad policial.
A desarmar con arte el escuadrón de la muerte
El llamado de esta jornada fue claro: “vamos a desarmar con arte al escuadrón de la muerte” y para esto se juntaron varios combos de jóvenes que le apuestan a la transformación desde la expresión artística, entre ellos: Beligerarte, Dexpierte, Kinorama, Hijos e Hijas por la Memoria y Contra la Impunidad, Mesa de Radio Relajo y la Redada con micrófono abierto, Colectivo A las Calles Sin Miedo, Fundación Nico Neira, Batucada Feminista Tremenda Revoltosa y Black Riddim Band.
“Estamos en una apuesta artística, porque lo que menos nos interesa con este tipo de actividades de memoria y de denuncia es que terminen en más violencia. Creemos que con arte podemos desarmar al ESMAD, al escuadrón de la muerte, y podemos llegar más a quienes no saben que estos agentes asesinan y se cubren en un manto de impunidad. Estamos participando de una iniciativa que se llama Triciclo de la Memoria, junto con Dexpierte, que es una intervención audiovisual callejera. Hoy vamos a abordar la naturalización de la violencia y los abusos de instituciones que deben proteger a la población civil, pero que en videos vemos cómo hacen todo lo contrario: golpean y asesinan a civiles a comunidades y a jóvenes”, señaló Gabriela Díaz, integrante de Hijos e Hijas y del Colectivo A Las Calles Sin Miedo.
Para algunos de los participantes es fundamental dejar de lado las cortinas de humo que desvían la atención de las acciones de los miembros de la fuerza pública que realmente afectan a la población civil, como el abuso de la fuerza y la corrupción.
“Estamos acá participando de esta proclamación pública de repudio frente a la criminalidad del Estado y del ESMAD con arte, que es una posibilidad de expresar, de hacer pedagogía en la calle y de hablar con muchos argumentos, pero también con muchas estéticas para expresar toda la rabia, el dolor y la indignación frente a lo que ha venido pasando en el país. Tenemos mucha carga encima para cuestionar a la policía, pero hay en este momento una enorme cortina de humo sobre la opción sexual que legítimamente puede o no tener un policía y se está perdiendo el foco frente a lo realmente grave e importante: las mafias que operan en la Policía, la ‘comunidad’ de la corrupción o la ‘comunidad’ de la brutalidad policial”, indicó Raúl Vidal, integrante de Kinorama.
“Contra el bolillo, vinilo y música”
El colectivo Beligerarte participó con un mural interactivo que construyeron y realizaron de manera colectiva durante jornadas que, sumadas, serían más de cuatro días con sus tardes, mañanas y noches. Esto, porque están convencidos de que es en las calles, en el espacio público, donde el arte trasciende y logra ser también un elemento de comunicación, memoria e información.
“Estamos acá uniendo esfuerzos para denunciar y poner en el espacio público el abuso de la fuerza por parte de agentes del Estado, porque no estamos de acuerdo con su violencia, que es física, es psicológica y simbólica. La idea es canalizar un poco esa indignación a través de un mural interactivo, en el que las personas podrán simbólicamente responder a la violencia de los agentes con pimponasos de pintura y llenarlos de color. Tratamos de desarrollar un poco la idea de que contra el bolillo, pues les tenemos vinilo. Desde aquí estamos informando cosas que tal vez no esté en la memoria colectiva. Estamos construyendo la memoria de aquellas personas que han sido asesinadas directamente por fuerzas de nuestro estado”, explicó una integrante de Beligerarte.
Por su parte, la batucada feminista La Tremenda Revoltosa y la agrupación Black Riddim Band fueron los encargados de imprimir el toque musical a la jornada con sus letras y sonidos críticos, que rechazan la militarización, la represión, la violencia, el abuso de la fuerza y la persecución a quienes piensan y sienten diferente.
“Nuestra apuesta antimilitarisma es desde el artivismo y desde la fuerza de los tambores. La decisión de participar hoy es para gritarle a toda la estructura militarista, que genera represión hacia nosotras las mujeres y hacia los sectores menos favorecidos, que estamos acá respondiendo con el arte. Creemos que juntarnos con los otros parches es importante, porque todo el movimiento social bogotano y colombiano debe tener apuestas radicales contra la brutalidad policial y militar”, dijo Juliana Álvarado, integrante de La Tremenda Revoltosa.
Varios de los participantes de la Jornada Artística Contra la Brutalidad Policial y por el Desmonte del ESMAD coinciden en que “es esencial, en el marco de los diálogos de paz, que haya una reducción y depuración de las fuerzas públicas, así como una disminución en la inversión de recursos para fuerzas militares y policiales de Colombia para que haya una paz estable y duradera y para que cesen los casos de represión violenta contra quienes piensan o ejercen sus derechos de movilización, de pensamiento crítico y de opinión diversa, que permanecen en la impunidad”.