Este 23 de marzo fue asesinado Eder Verbel Rocha, integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, Movice, por los paramilitares José Manuel Rivera de Ávila, alias “Begueta”, y Eder Antonio Arroyo Hernández, alias “Polvora”, a doscientos metros de su finca circunvecina al municipio de San Onofre Sucre.
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Todo sucedió cuando Orlando Enrique Verbel, Eder Verbel Rocha y su hijo (menor de edad), regresaban de realizar su jornada de trabajo en la finca Puerto Colombia, ubicada en el sector de la vía del corregimiento del Higuerón.
En el momento de los hechos los dos hombres se transportaban armados en unas motocicletas y dispararon contra los tres miembros de la familia, hiriendo de gravedad a Eder Verbel Rocha, pese a lo cual Orlando Verbel Rocha, logró escaparse del sitio evadiendo los disparos indiscriminados a los que fue sometido por los victimarios, no sin antes ver cómo una de estas balas le rosó la frente.
En medio de esta persecución, el niño acudió donde su padre, le dio respiración boca a boca y beso su frente. Pero su padre le dijo en ese preciso momento que recogiera el celular y se escondiera de inmediato en el monte.
El niño se apresuró a esconderse y allí vio las humillaciones, los culatazos y patadas que lo victimarios propinaron a su padre. Después llamó a su familia para comentarle lo sucedido, mientras Orlando se refugió en una finca llamada Tumalí, donde puso en conocimiento a unos infantes de Marina acerca de lo que estaba pasando. Éstos lo acompañaron al lugar donde se encontraba su hermano tendido y media hora después llegó una patrulla de la policía.
Como si fuera poco, el paramilitar Eder Antonio Arroyo fue puesto en libertad unas horas después del asesinato, por razones que a la hora de escribir este texto se desconocen.
La familia Verbel Rocha hace parte del Movice, Capítulo Sucre, desde el año 2006, y viene participando en las actividades que propulsan las víctimas en el municipio de San Onofre, actividades encaminadas a visibilizar a las víctimas de crímenes de Estado y los niveles de impunidad a la que éstas han sido sometidas.
Por estas razones han sido víctimas de asesinatos sistemáticos, desplazamiento forzado, amenazas y daño en bien ajeno; hechos que han sido ampliamente denunciados ante las autoridades competentes, sin que hasta el momento se hayan dado resultados sobre las investigaciones sin que se hayan adoptado medidas para su protección.
El Capítulo Sucre ha sido víctima de más de 80 agresiones, desde su nacimiento en 2006, entre las que figuran atentados, asesinatos a personas protegidas, allanamientos ilegales, amenazas directas, amenazas a familiares, montajes judiciales, detenciones, señalamientos e intimidaciones.
La espiral de violencia en contra del Movice en Sucre obedece a un patrón de exterminio sistemático, que tiene como una de sus aristas el asesinato de Rogelio Martínez Mercado, el día 18 de mayo de 2010 y la detención del secretario técnico del Capítulo, Carmelo Agámez ( quien se encuentra hoy detenido víctima de un montaje judicial), así como amenazas y hostigamientos permanentes contra los miembros de este capítulo.
Este asesinato confirma las denuncias hechas por el MOVICE en las que se ha llamado la atención sobre la permanencia de la estrategia paramilitar en la región y el país y la amenaza que estos grupos representan para las víctimas, organizaciones sociales y la sociedad civil en general.
El MOVICE constata nuevamente que en desarrollo de la Política de Prosperidad Democrática persisten los Crímenes de Lesa Humanidad perpetrados por estructuras paramilitares y exige a las autoridades civiles y judiciales que se hagan las investigaciones y judicializaciones de los responsables intelectuales y materiales de este asesinato; a las autoridades civiles y militares del orden local, departamental y nacional, que se adopten todas las medidas de seguridad para garantizar la vida, honra y bienes de la familia Verbel Rocha y los miembros del Capítulo Sucre en el ejercicio de sus actividades como defensores y defensoras de Derechos Humanos, así como que responsabiliza al Estado colombiano de la integridad física y de la vida de los integrantes del MOVICE en Sucre.