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La corrupción no puede estar bajo reserva

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Ante recientes revelaciones, son necesarias medidas disciplinarias, penales, de control y no repetición, así como la protección de los archivos de las operaciones del Comando General de las Fuerzas Militares. #CorrupcionEnEjercito

 

18 de abril de 2018. Las plataformas de derechos humanos y paz, organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, organizaciones de víctimas de crímenes de Estado, organizaciones sociales, comunidades de fe y congresistas que suscribimos esta comunicación rechazamos enérgicamente los actos de corrupción al interior de las fuerzas militares que han salido a la luz pública y que fueron cometidos desde la Regional de Inteligencia Militar Estratégica Conjunta- RIMEC, adscrita a la Jefatura de Inteligencia y Contrainteligencia Conjunta del Comando General- CGFM.

 

En memoriales anexos, instamos a las autoridades del Estado colombiano (Procuraduría, Contraloría, Fiscalía General, Jurisdicción Especial para la Paz- JEP) a que: 1. Investiguen estos hechos y sancionen a sus máximos responsables; 2. Se adelanten las acciones para la protección y preservación de los archivos que están desapareciendo, y la protección de los testigos que estarían siendo víctimas de amenazas según informe de la revista Semana; 3. Dispongan todas las medidas necesarias de no repetición que incluyen reformas estructurales al interior de las fuerzas militares lo que implica la depuración de información y la remoción de agentes del estado comprometidos por acción u omisión en violaciones de derechos humanos y hechos de corrupción

 

Consideramos que, debido a las graves y contundentes pruebas reveladas, la investigación emprendida por la Procuraduría General de la Nación contra 12 integrantes de esta entidad, 5 Oficiales y 7 suboficiales, debe llegar hasta sus máximos responsables, incluyendo al ex comandante general de las Fuerzas Militares, hoy embajador en Corea del Sur, General Juan Pablo Rodríguez Barragán a quien el Presidente de la República debería apartar de su cargo diplomático. Así como al General Martín Nieto, quien hasta diciembre pasado ocupó la Jefatura de Inteligencia y Contrainteligencia Militar Conjunta del CGFM. Estos altos oficiales habría tenido pleno conocimiento y hecho parte de una estructura que fraguó desfalcos cercanos a los 20 mil millones de pesos entre 2013 y 2017, según informe de la revista Semana.

 

De igual manera, la Fiscalía General de la Nación debe iniciar las respectivas investigaciones por los delitos en que habrían incurrido los implicados como violación ilícita de comunicaciones, utilización ilícita de equipos transmisores y receptores, falsedad en documento público y concierto para delinquir, así como por delitos con contra el patrimonio y la administración pública como peculado, concusión, cohecho, entre otros.

 

Es de especial preocupación que los recursos públicos del Estado se hayan destinado a gastos personales de oficiales de alto nivel, y que se hayan adquirido con ellos equipos de inteligencia para espiar de manera ilegal al director de la Organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, a integrantes de las mismas fuerzas armadas y a otros ciudadanos y organizaciones, hechos que deben ser aclarados ante la opinión pública. La misma fuente de la revista Semana, señala cómo el anuncio de que la Corte Penal Internacional investigaría al general Rodríguez desató su furia y desencadenó una operación de adquisición de aparatos electrónicos en Las Vegas para dicho espionaje .

 

Cabe recordar que el general Rodríguez está involucrado en casos de ejecuciones extrajudiciales, por haber cancelado pagos a informantes que le suministraban datos sobre presuntos guerrilleros, cuando se desempeñó como comandante de la IV Brigada del Ejército entre 2006 y 2008 . De igual forma, que estos dineros se hayan utilizado de manera fraudulenta para la defensa de militares involucrados en casos de ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas “falsos positivos”,incluso a través del pago a familiares de los militares implicados .

 

También es de suma gravedad que estos recursos -provenientes de gastos reservados y de seguridad nacional- se hayan usado ilegalmente para pagar supuestas fuente humanas de la Guardia Nacional Bolivariana- GNB, quienes supuestamente proporcionaban información de planes de inteligencia del Estado venezolano como el denominado “Centauro Negro” y que, finalmente, la presunta información de inteligencia hubiese sido conseguida a través del uso de hackers, poniendo en grave riesgo las relaciones diplomáticas entre ambos países.

 

Diversas investigaciones judiciales han establecido que los llamados gastos reservados tanto de las Fuerzas Militares como de otros organismos de inteligencia, incluido el extinto DAS, han sido utilizados para la comisión graves violaciones a los derechos humanos, como en el caso de las ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas “falsos positivos” donde se hacían pagos a fuentes humanas que proporcionaban información de las personas que posteriormente fueron asesinadas, o las operaciones ilegales realizadas por el DAS contra defensoras y defensores de derechos humanos, periodistas, magistrados y opositores.

 

Cabe señalar que a la fecha no hay información pública sobre las investigaciones o hallazgos respecto de estos hechos de corrupción por parte de los órganos de control interno y las autoridades de control del Estado. Esto teniendo en cuenta que desde octubre de 2017, la Revista Semana hizo las primeras revelaciones al respecto y las FF.MM. anunciaron una investigación interna en ese entonces cuyos resultados se desconocen .

 

Existen temores fundados de que se pueda producir la eliminación o desaparición de archivos o información fundamental para el esclarecimiento de verdad de lo ocurrido. Dada la magnitud y gravedad de las denuncias, consideramos que la Jurisdicción Especial para la Paz debe decretar una medida cautelar para la protección y preservación de los archivos que hacen parte de la investigación, y que, sin duda, contienen información sensible y relevante para la búsqueda de verdad y justicia en violaciones graves a los derechos humanos cometidas por agentes estatales. Lo anterior conforme a sus competencias jurisdiccionales para la protección de archivos que fueron dispuestas por el Acto Legislativo 1 de 2017, en su artículo 7, y los artículos 111 y 119 del Proyecto de Ley Estatutaria de la JEP , y teniendo en cuenta que el Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas anunció que dejarían de existir la Regional de Inteligencia Militar Estratégica Conjunta- RIMEC y el Comando Conjunto de Inteligencia- CCONI, columna vertebral de la inteligencia en el Comando General de las Fuerzas Militares.

 

La reserva de archivos no debe operar para la presente investigación y los órganos de control deben tener acceso a la totalidad de la información, sin que la figura de los gastos reservados se convierta en un impedimento para esclarecer todas las responsabilidades. Esto de acuerdo con los principios internacionales sobre Seguridad Nacional y el Derecho a la Información, o principios Tswhane .

 

Esta no es la primera vez que un escándalo de corrupción sacude al estamento militar, develando la necesidad de una reforma profunda a las fuerzas militares que permita depurar la institución de funcionarios implicados en graves violaciones a los derechos humanos y prácticas de corrupción como estas, para que se garantice la transparencia en la gestión de los dineros públicos, el respeto por los derechos humanos como principio y práctica al interior de la institución y una real transición hacia una fuerza pública para la paz.

 

Lea el comunicado en PDF

190418 FINAL Comunicado Corrupción en FFMM.pdf