El dolor humano, es aquel sentimiento que llevamos implícito y está contenido en quien lo siente y sólo dentro de él se supera. En el caso nuestro, hablando de la violencia que hemos vivido por más de cuatro décadas y que ha dejado innumerables víctimas de todo tipo de actos violentos como el desplazamiento y las desapariciones forzadas y los miles y miles de asesinatos selectivos y masacres y los “falsos positivos” concepto utilizado para justificar las ejecuciones extrajudiciales, hacen que el DOLOR no sea individual, sino, por el contrario, sea un DOLOR COLECTIVO, hacen que la SOCIEDAD COLOMBIANA se enfrente diariamente a ese DOLOR y SUFRIMIENTO, porque, los hechos violentos dejan huellas imborrables en las víctimas, la revictimización y la invisibilización de estos hechos y aún peor, de las víctimas, afecta no solo a sus familiares y amigos, sino, a la SOCIEDAD ENTERA. Por eso estamos llamados(as) a entender que aquí no hay distinción de las víctimas por el hecho victimizante, ni por la fecha en que fue cometido, VÍCTIMAS SOMOS TODOS Y TODAS, y por eso estamos BAJO UN MISMO TECHO.