En 1996, cuando las AUC se plantearon expandirse en el Meta, ocurrieron las masacres de Mapiripán (julio 1997) y Puerto Alvira (mayo 1998), según el diagnóstico de Acnur. Este bloque, al mando de alias ‘Miguel Arroyave’, logró tener presencia en prácticamente todo el departamento, con el apoyo de alias ‘Pirata’ y ‘Camisa Negra’, de la vertiente esmeraldera, con la imposición de un régimen de terror que se tradujo en una serie de asesinatos selectivos, cobros de vacunas y expropiación de tierras a personas que señalaban de ser guerrilleros, principalmente en el Piedemonte Llanero, el Ariari, Mapiripán y la región oriental de Meta.
Gran parte de la violencia política y paramilitar que se presentó en el departamento fue una respuesta a la amplia presencia de la Unión Patriótica (UP) en esta zona. Entre 1986 y 1988 unos 300 militantes de la UP fueron asesinados en la región. Los paramilitares cometieron una de sus primeras masacres en el municipio de El Castillo, corregimiento de Vista Hermosa, en donde asesinaron a 17 militantes de la UP.
Por ello el capítulo Meta agrupa principalmente víctimas sobrevivientes de la UP, familiares de desaparecidos forzosamente y familiares de víctimas de las masacres cometidas en el departamento. Desde 1984 a 2012, se perpetraron 62 masacres, que dejaron 403 víctimas mortales, todas estas fueron de responsabilidad de grupos paramilitares (las Autodefensas Campesinas de Meta y Vichada – ACMV, las Autodefensas del sur del Casanare y el ‘Bloque Centauros’ de las AUC) y en 10 de ellas se ha demostrado la participación de la Fuerza Pública, de integrantes del Batallón Joaquín París en San José del Guaviare y la VII Brigada del Ejército, con sede en Villavicencio.
Las principales organizaciones que hacen parte del capítulo son la Fundación Proyecto Vida; Grupo de Teatro El Tente; CIVIPAZ Villavicencio, SINTRAGRIM, Corporación Corocora; Unión de Mujeres Demócratas del Meta, Civipaz Puerto Esperanza; la Corporación Claretiana Norman Pérez Bello, con sus misioneros en Medellín del Ariari; el Colectivo Orlando Fals Borda; Asentamiento Indígena del Porvenir (ASEIMPOME); Voces que trascienden; Organización Colombiana de Pensionados (OCP), Corporación Alcaraván; afiliados de la Asociación de Desplazados de Mapiripán (ASODEMUDEM); y líderes de organizaciones que están en resistencia por la defensa de la tierra y el territorio en Puerto López.
El trabajo por la memoria histórica, desde las diferentes acciones y galerías, así como la lucha contra la desaparición forzada y la búsqueda de las víctimas son las líneas de acción más importantes del capítulo.
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